Esta semana nos inspiramos en el pintor y escultor suizo Alberto Giacometti, uno de los principales escultores surrealistas de la década de 1930, continuando con la línea de trabajo alrededor del cuerpo, su forma y el movimiento.
Su obra, llena de imaginación e ingenio, representa figuras frágiles con mucha expresividad, impregnadas de melancolía que reflejan el sentido débil de la existencia hacia el espacio que las rodea.
Esta simplicidad de formas que expresan tanto es lo que ha hecho decidirnos por esta inspiración y los resultados han sido espectaculares.
Algunas esculturas han sido bautizadas como «la bailarina», «el Karateka», «el egipcio»… Y todas con historias bien divertidas que los niños y niñas han escrito.
En la próxima sesión les pondremos colores, pero eso será otra historia con otros niños y niñas.

